Una de las cosas que pueden afectar a los niños a largo plazo tras el ataque de un animal es el trastorno de estrés postraumático. Esta condición puede ser de larga duración, y reconocerlo y el impacto que podría tener en la vida de una persona es absolutamente vital para su recuperación.Cuando un niño es herido por un perro que muerde y ataca, los recuerdos del ataque y del animal vicioso pueden hacer que estar cerca incluso de las mascotas más amables sea una experiencia temerosa y aterradora. Los niños pueden no ser tan fácilmente capaces de superar el estrés y el terror interno al que se enfrentaron durante el ataque, por lo que la trastorno de estrés postraumático que se desarrolla es una forma que tiene el cuerpo de reaccionar ante riesgos y temores adicionales.

Cuando un animal doméstico o un perro salvaje ataca, el animal feroz y gruñón deja una impresión duradera y profundas heridas tanto físicas como psicológicas. Es importante que colabore con su abogado para averiguar cómo puede ser indemnizado no sólo por las heridas físicas, sino también por el sufrimiento psicológico que pueda estar padeciendo su hijo.

El estrés postraumático es una enfermedad que altera la vida y necesita ayuda médica. Quienes lo padecen corren el riesgo de sufrir depresión, ansiedad y otras afecciones, por lo que es importante recurrir a la psicoterapia y otros tipos de tratamiento. Una vez identificada la afección, puede llevar meses, años o incluso toda la vida superar el estrés y la ansiedad de volver a estar cerca de animales, pero puede ayudar al paciente a sobrellevarla, y ése es todo el objetivo.

Nuestro sitio web tiene más información sobre los ataques de perros y cómo obtener una indemnización adecuada. Tu hijo no debería sufrir sin los tratamientos de salud mental disponibles.