Si una Odyssey se conduce de una manera particular, el sistema de Asistencia de estabilidad del vehículo no recalibrará el sensor de velocidad de guiñada en la minivan después de un reinicio del motor. Cuando no se produce la calibración, se produce una acumulación de presión hidráulica en el sistema de frenos. Si esta presión se libera en el circuito de frenado, el vehículo frenará sin que el conductor pise el pedal del freno. Afortunadamente, no se han registrado accidentes ni lesiones como resultado de estos problemas.
Aunque Honda ha declarado que la solución al problema es instalar nuevos sensores de velocidad de guiñada en los vehículos retirados, el nuevo equipo no estará disponible hasta la primavera de 2014. Mientras tanto, Honda se está poniendo en contacto con los propietarios de Odyssey e informándoles de cómo asegurarse de que su vehículo se recalibra. Se enviará una segunda notificación a los propietarios una vez que las piezas de repuesto estén disponibles, y los concesionarios locales instalarán el nuevo sensor de velocidad de guiñada sin coste alguno.
Si el propietario de un Odyssey sufre una colisión debido a un problema con los frenos, es probable que tenga que hacer frente a los gastos de reparación del vehículo y a las facturas médicas. Un abogado puede ser capaz de ayudar a la parte lesionada a recibir una indemnización del fabricante de automóviles responsable.
Fuente: International Business Times, "Honda Recall 2013: El gigante automovilístico anuncia la retirada de 344.000 monovolúmenes Odyssey por un problema de frenos", Andrew Berry, 02 de noviembre de 2013