Según las fuentes, el hombre, que quedó paralítico tras dar una voltereta frontal en la piscina infantil y golpearse la cabeza, vivía con su mujer y su hijo en una casa que alquilaban a su hermanastro y su cuñada. En 2005, los propietarios colocaron una cama elástica junto a la piscina. En el caso original, el jurado falló a favor de los propietarios, declarando que dar volteretas en una piscina infantil era manifiestamente "peligroso".
No obstante, el Tribunal Judicial Supremo consideró que el juez se equivocó al decir al jurado que dejara de deliberar basándose en esa apreciación. El propietario sigue siendo responsable de esas situaciones, independientemente de que considere o no que algo es obviamente peligroso. En un vídeo mostrado al tribunal, el hombre intenta dar una voltereta pero acaba cayendo de cabeza a la piscina, lo que le provoca una parálisis permanente.
La ley exige a los propietarios y empresarios que adviertan a las personas de los peligros potenciales. Las personas involucradas en un accidente grave que involucra a un dueño de propiedad potencialmente negligente pueden tener derecho a una indemnización por sus gastos médicos y el dolor y el sufrimiento. Un abogado puede ser capaz de ayudar a un individuo en la búsqueda de una indemnización en los casos relacionados con accidentes que tienen que ver con un dueño de la propiedad negligente.
Fuente: Boston.com, "Nuevo juicio concedido en el caso Mass. trampolín-piscina", Denise Lavoie, 15 de mayo de 2013.