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¿Cuáles son los signos de una lesión cerebral traumática?

1/1/2015

Una quemadura de primer grado se considera una lesión que normalmente puede tratarse sin asistencia médica profesional. No ocurre lo mismo con una lesión cerebral traumática, a pesar de que a algunos pacientes de Boston se les diagnostica una LCT "leve". La víctima de una LCT leve puede sufrir síntomas inmediatos o retardados que deben tratarse con seriedad.

Las LCT están causadas por lesiones directas o fuerzas indirectas que sacuden, magullan y dañan nuestro órgano más vital. Una LCT puede producir síntomas que afectan al estado físico, mental y emocional del paciente. Disfunción cerebral a corto, largo plazo o permanente es posible tras una lesión cerebral traumática.

Una LCT leve se asocia a daños cerebrales temporales y síntomas que pueden tardar momentos o días en hacerse evidentes. La víctima puede perder el conocimiento brevemente o no perderlo del todo. Los dolores de cabeza, la sensibilidad sensorial, las náuseas y los cambios en los patrones de sueño pueden ir acompañados de desorientación física y cognitiva y cambios de humor.

Las LCT moderadas y graves incluyen con frecuencia versiones intensificadas de estos síntomas. Por ejemplo, un traumatismo craneoencefálico puede causar inconsciencia o semiinconsciencia durante varios minutos, horas o indefinidamente. Pueden aparecer convulsiones, confusión profunda, dolores de cabeza y náuseas incapacitantes, una grave falta de coordinación y otros síntomas extremos, ya sea de forma inmediata o con el tiempo.

Los síntomas pueden empeorar a medida que el cerebro y el cuerpo responden a la lesión y, en algunos casos, a la falta de oxígeno. Pueden producirse inflamación cerebral, hemorragias e infecciones. Los daños nerviosos graves en el cerebro pueden provocar parálisis, dificultades de comunicación y cambios negativos en el comportamiento.

Los médicos vigilan de cerca a los pacientes con TCE para detectar cambios en los síntomas y trabajan para minimizar daños cerebrales adicionales. La acumulación de líquido, la inflamación cerebral y las convulsiones se tratan con medicación. Las intervenciones quirúrgicas controlan las hemorragias, reparan las fracturas y alivian la presión sobre el cráneo.

Algunos pacientes con LCT requieren amplios cuidados de rehabilitación hospitalaria y ambulatoria, lo que genera enormes gastos médicos. Los pacientes y sus familias pueden recuperar estos gastos y otros daños mediante demandas civiles contra acusados negligentes responsables de lesiones cerebrales traumáticas.

Fuente: Clínica Mayo, "Lesión cerebral traumática" 28 de diciembre de 2014

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